viernes, 20 de abril de 2012

El brahamán y su mangosta

1.- A gran subida, gran caída: Que si sigues haciendo algo que no es bueno por mucho mas tiempo el resultado va a ser mas doloroso.
2.- A mucho hablar, mucho errar: Que si presumes de algo, tienes que demostrarlo.
3.- Bien predica quien bien vive: Que el que hace cosas buenas le va bien.
4.- Comida reposada y cena pesada: Que es mas sano reposar la comida y en cambio la cena es mejor dar un paseo, caminar poco.
5.- Cosa fea, ni se haga ni se aprenda: Que no hay que dejarnos llevar por las apariencias.
6.- De los escarmentados nacen los avisados: Que de gente que no sabe, salen otros mejores.
7.- Dos gorriones en una espiga, hacen mala miga: Que aveces no es bueno que se esten en parejas.
8.- El que mucho corre, pronto se cansa: Que no hay que apresusrarnos tan rapido y hay que tomarlo tranquilo.
9.- El que tiene el tejado de vidrio, no tire piedras al de su vecino: Que no hay que hacer cosas malas, porque te las pueden regresar.
10.- Haz la noche noche y el día día y vivirás con alegría: Que hay que hacer las cosas como son y uno podra ser felíz.


El brahmán y su mangosta

La mujer de cierto brahmán, teniendo precisión de ir a comprar cebada al pueblo vecino, dejó a su hijito al cuidado de su marido, y se fue.

En esta ocasión, el rey hizo llamar al brahmán para proceder a un sacrificio.

Cuando recibió aquella invitación, el brahmán, que era pobre, se dijo: “Cuando se trata de realizar una buena acción debe uno darse prisa, pues, de lo contrario, el tiempo se lleva el fruto de la obra. Pero aquí no tengo a nadie que cuide del niño. ¿Qué voy a hacer?... Voy a confiárselo a esta mangosta, a la que doy de comer hace mucho tiempo y a la que quiero como si fuera hija mía”. Así lo hizo y se fue al sacrificio.

La mangosta vio de pronto a una negra serpiente que se dirigía a la cuna del niño. Se lanzó valientemente al reptil y aplicándole sus puntiagudos dientes a la garganta lo mató.

Cuando vio regresar al brahmán, corrió a su encuentro, con la boca y las patas ensangrentadas y se arrastró a sus pies.

El brahmán, viéndola en aquel estado, creyó que había matado a su hijo y mató a la mangosta.

Entró rápidamente en su casa, allí vio a su hijo sano y salvo y a la serpiente muerta.

Comprendió entonces que la mangosta había salvado a su hijo, y viendo que había castigado con la muerte al gracioso animal que le había conservado lo que él tenía de más querido en el mundo, cayó en profundo abatimiento.

Nunca debemos dejarnos llevar de la cólera antes de conocer la verdad; porque la verdad, a veces, tiene engañosas apariencias.

Tres reflexiones que sean útiles para mi vida:

- Ser feliz siempre que se pueda
- No dejarme engañar por las experiencias
- Tratar bien a la gente

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